Tailandia está considerando ampliar las protecciones sociales a los trabajadores autónomos, incluidos los de la industria del sexo.
Estos trabajadores autónomos podrían beneficiarse de las mismas protecciones sociales que las concedidas a los trabajadores registrados en la Caja de Seguridad Social (SSF), siempre que paguen el impuesto sobre la renta.
El lunes 23 de septiembre, el Ministro de Turismo y Deportes, Sorawong Thienthong, declaró:
"El gobierno pretende facilitar que trabajadores autónomos, guías turísticos, trabajadores sexuales, creadores de contenidos y taxistas accedan a los privilegios del sistema de seguridad social".
Bajo este nuevo sistema, los trabajadores autónomos podrán solicitar prestaciones médicas y otros beneficios sociales, al igual que el resto de trabajadores registrados en la Seguridad Social.
Sin embargo, tendrán que declarar sus ingresos y pagar los impuestos correspondientes.
El Sr. Sorawong añadió que esta decisión se tomó tras un debate con representantes de diversos grupos de defensa de los trabajadores y de la sociedad civil, durante el cual destacaron las posibles dificultades asociadas a la aplicación de un sistema de ese tipo.
Representantes de Swing, asociación que ayuda a trabajadoras sexuales, explicaron que:
"Las trabajadoras sexuales exigen beneficios sociales y protección legal, pero muchas de ellas no desean revelar su identidad debido a la naturaleza de su trabajo".
Durante el debate, la Asociación de Guías Turísticos Profesionales de Tailandia destacó la urgente necesidad de brindar protección social a los trabajadores autónomos en la industria del turismo, destacando su importante contribución a la economía del país.
"Las contribuciones de diversos grupos de la sociedad civil y de defensa de los trabajadores servirán de base para un proyecto de ley sobre protección social de los trabajadores autónomos, que el gobierno planea presentar en la próxima sesión parlamentaria", dijo Sorawong.
Fuente : Bangkok Post
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3 comentarios
Tailandia quiere, Tailandia quiere, QUIERE, QUIERE…
¡Hablemos de la cobertura de seguridad social existente!
Se concede únicamente a los empleados estatales y a aquellos en puestos similares (básicamente aquellos que están automáticamente sujetos al pago de impuestos y aquellos registrados en el Fondo de Seguridad Social del Estado) y sólo garantiza una pensión suficiente para vivir con las necesidades básicas a aquellas personas…
En cuanto a los demás, los "jubilados" y cualquier persona mayor de 65 años, reciben una "pensión" de 600 baht al mes, y por lo tanto dependen de la ayuda de su familia (hermanos, hermanas, hijos...) cuando la tienen.
Y los tailandeses ricos cuyos ingresos alcanzan o superan los 5 millones de baht anuales invierten para su jubilación en inversiones a largo plazo, en compras de oro o en fondos de pensiones privados con compañías de seguros…
Está muy bien entonces pensar en "ofrecer" cobertura social a los autónomos, y en especial a las trabajadoras sexuales, siempre que paguen sus impuestos sobre la renta, lo que en definitiva es bastante normal, pero primero sería necesario que esta profesión fuera reconocida como legal para que eso sucediera.
Poner el carro delante de los caballos parece ser una especialidad legislativa entre las autoridades políticas del país…
Deberían centrarse en desarrollar una legislación social basada en una pensión mínima universal decente para todos los tailandeses mayores de 65 años, en lugar de distribuir ayudas que apenas permiten a alguien comprar un saco de 10 kilos de arroz al mes, ¡sin tener siquiera los medios para cocinarlo!
sábado, 6 de enero de 2024, 17:05
Y con el descenso de la tasa de natalidad, habrá millones de personas que no tendrán hijos que las sustenten en su vejez.
En Japón, trabajar hasta la cremación ya es algo habitual.
Me resulta difícil imaginar que Tailandia adopte una política pro inmigración con salarios tan poco atractivos.
Por lo tanto, aumentar la tasa de natalidad debería ser una prioridad nacional.
Ir a recibir tratamiento al hospital público, pero en ningún caso al carísimo sector privado, reservado sólo para una élite que se cuida mucho de no mezclarse con los pobres y demás gente desdentada.